Relación entre arte,
historia y sociedad.
Michele Méndez Fontus A-2-1
El arte ha estado presente desde el
inicio de la humanidad como forma de expresión. Se estudia a través de su
evolución por medio de la historia del arte. Es entendido
como cualquier actividad o producto realizado por el ser humano con finalidad estética o comunicativa, a través del que expresa ideas, emociones o, en general, una visión del mundo, el arte emplea
diversos recursos, como los plásticos, lingüísticos,
sonoros o mixtos. La historia del arte, como disciplina académica y entorno
institucional (museos, mercado del arte, departamentos universitarios, producciones editoriales) se suele
restringir a las denominadas artes visuales o plásticas (esencialmente a pintura, escultura y arquitectura), mientras que otras artes son más específicamente objeto de
estudio de otras disciplinas claramente delimitadas, como la historia de la literatura o la historia de la música, siendo todas
ellas objeto de atención por la denominada historia de la cultura o historia
cultural, junto con las historias sectoriales enfocadas a otras manifestaciones
del pensamiento, como la historia de la ciencia, la historia de la filosofía o la historia de las religiones. Campos de conocimiento estrechamente relacionados con la
historia del arte son la estética y la teoría del arte. Los hombres de las cavernas hacían formas en
las paredes de las cuevas para expresar y establecer la identidad de su vida
diaria. La
creación artística es inherente al ser humano, desde la niñez y desde las
primeras culturas del Homo sapiens el arte y el hombre son inseparables.
- La obra de arte es ante todo comunicación, es un
código más de los creados por el hombre para transmitir sus ideas y sus
sentimientos, por eso la creación artística es un lenguaje, el lenguaje
artístico, que el espectador debe conocer y saber interpretar.
- El autor, independientemente de la época y del
modo de expresión, es ante todo creador, unas veces respondiendo a criterios o
normas de su civilización y otras
expresando sus ideas y sentimientos con mayor libertad. Mediante el arte el
artista imita o expresa tanto lo material como lo inmaterial, reproduce
imágenes de la realidad física o humana, pero en ocasiones también simplemente
sentimientos, sueños o esperanzas; tradicionalmente mediante la imitación de la
realidad, pero hoy es evidente que la fotografía y el cine cumplen con mayor
exactitud esta posibilidad, por lo que ha tenido que buscar otras salidas,
convirtiéndose en un arte-creación que lo abarca todo, desde el realismo hasta
la abstracción.
La creación artística no necesariamente
lleva implícita la idea de belleza, ya que a veces se expresa con formas feas y
hasta grotescas. La obra artística es el resultado de una serie de
factores que influyen en el creador y en la obra de arte en sí, ya que en ella
inciden y se resumen una serie de componentes individuales, intelectuales,
sociales y técnicos:
En primer lugar la obra de arte es reflejo de una
personalidad creadora, por lo que podemos incluso llegar a apreciar las
características psicológicas del artista a través de su obra. Pero no actúa el
creador sin más referencia que su propio yo, es inevitable que el mundo
exterior de la realidad visible incida sobre sus sentidos e influya en sus
creaciones, el arte es reflejo de la sociedad del momento en que se crea. Así,
sobre la personalidad del artista se superpone el mundo de pensamientos y
sentimientos de la época en la que el artista trabaja o circunstancias
excepcionales de su o los acontecimientos históricos que le tocan vivir o la
obra de sus contemporáneos, otro factor que repercute en la producción de cada
uno de los artistas.
El Arte se relaciona con la sociedad en cuanto la
observa, analiza y construye para ella unos lenguajes que la muestran en
sus aspectos constitutivos relevantes incorporando en este quehacer necesidades
funcionales: arquitectura, objetualidad de uso, relaciones con el espacio
habitado amalgamables y relacionadas con quienes lo habitan. El trabajo de los
artistas en suma ha construido cosmogonías colectivas e individuales que con el
correr del tiempo, la información y opciones culturales han trasuntado en obras
artísticas. Ningún tipo de actividad humana dura
tanto como las artes plásticas, y nada de lo que sobrevive del pasado es tan
valioso para comprender la historia de la civilización. La naturaleza real de
la actividad humana que llamamos estética y que resucita tales objetos, continúa
siendo un problema psicológico. Intentamos, pues, explorar el carácter general
de las semejanzas que, es de suponer, existen entre la forma que la sociedad
toma en un período determinado y las formas de arte contemporáneo. Tenemos que
distinguir, en primer lugar, entre el arte como factor económico y el arte como
expresión de ideales, aspiraciones espirituales y mitos, es decir, el aspecto
ideológico del arte.
La naturaleza esencial del
arte no reside ni en la producción para satisfacer unas necesidades prácticas,
ni en la expresión de unas ideas religiosas o filosóficas, sino en la capacidad
del artista de crear un mundo sintetizado y consciente de sí mismo, el cual no
es ni el mundo de los deseos y la fantasía, sino un mundo compuesto de estas
contradicciones, es decir, una representación convincente de la totalidad de la
experiencia.
Creo que se ha producido
una crisis específica en el desarrollo de nuestra civilización, en la cual la
naturaleza real del arte corre el peligro de desaparecer en la confusión y el
mismo arte corre el peligro también de perecer a causa del mal uso que hacemos
de él. El arte es una actividad autónoma, influenciada como todas nuestras
actividades por las condiciones materiales de existencia, pero que, como modo
de conocimiento, es a la vez su propia realidad y su propio fin.
El arte nace como una
actividad solitaria, y solo en la medida que la sociedad reconoce y absorbe
estas unidades de la experiencia, el arte se incorpora a la fábrica social. El
arte, como veremos, es fundamentalmente una fuerza instintiva, y los instintos
pueden retrotraerse dentro de la concha del inconsciente si se les trata de un
modo demasiado consciente. Podríamos decir que, en muchos casos, las ideologías
de un período se encarnan en su religión o mitología. No obstante, se corre el
peligro de considerar la unión local de dos aspectos de una cultura - su arte y
su mitología - como una ley necesaria y universal, y, aunque esa unión se ha
producido en fases importantes de la Historia del mundo, no es ni mucho menos
tan completa como podría inducirnos a suponer un examen superficial de dichos
períodos.
Creo que encontraremos
pues, suficientes pruebas para admitir el carácter dialéctico del arte. No es
un producto secundario del desarrollo social, sino uno de los elementos
originales que entran en la formación de una sociedad. No obstante, ocurre que
en el proceso de aislar losa elementos que llamamos arte, podemos perder de
vista el esquema general. Lo mejor que podemos hacer es seleccionar períodos
típicos y, luego, determinar la relación del arte del período en cuestión con
el resto de las características culturales predominantes.
Hay que considerar el arte
como el modo más perfecto de expresión que ha logrado la Humanidad. Como tal se
ha propagado desde los mismos albores de la Civilización. Siempre, en cada fase
de la Civilización, ha advertido que lo que llamamos la actitud científica es
inadecuada. La conciencia que ha desarrollado a partir de su cauta astucia sólo
puede compararse con hechos objetivos; más allá de tales hechos se encuentra un
ámbito del mundo solamente accesible al instinto y a la intuición. El
desarrollo de estos modos más oscuros de aprehensión ha sido el fin del arte;
no podremos comprender la Humanidad y su Historia hasta que admitamos la
importancia y, desde luego, la superioridad del conocimiento representado por
el arte.
El arte es un modo de
expresión, un lenguaje que puede hacer uso de tales cosas útiles, del mismo
modo que el lenguaje mismo hace uso de la tinta, del papel y de las máquinas de
imprenta, para transmitir un significado. El arte es una forma de conocimiento,
y el mundo del arte es un sistema de conocimiento tan precioso para el hombre
como el mundo de la filosofía o de la ciencia.
La
globalización afecta el arte de muchas maneras, ya que, desde mi punto de
vista, el arte sirve para expresar la identidad de una región con sentimientos
propios, y sin tenerlos, el arte deja de ser auténtico y original y se
convierte en una mezcla de todo el mundo dirigido por las corrientes
occidentales. El arte de los pueblos indígenas se mezcla con las modas actuales
y se pierde la individualidad y respeto por las culturas que se basaban en
dioses, creencias, materiales, etc.
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