viernes, 21 de septiembre de 2012

Historia, arte y sociedad. Michele Méndez Fontus


Relación entre arte, historia y sociedad.

Michele Méndez Fontus A-2-1

El arte ha estado presente desde el inicio de la humanidad como forma de expresión. Se estudia a través de su evolución por medio de la historia del arte. Es entendido como cualquier actividad o producto realizado por el ser humano con finalidad estética o comunicativa, a través del que expresa ideas, emociones o, en general, una visión del mundo, el arte emplea diversos recursos, como los plásticos, lingüísticos, sonoros o mixtos. La historia del arte, como disciplina académica y entorno institucional (museos, mercado del arte, departamentos universitarios, producciones editoriales) se suele restringir a las denominadas artes visuales o plásticas (esencialmente a pintura, escultura y arquitectura), mientras que otras artes son más específicamente objeto de estudio de otras disciplinas claramente delimitadas, como la historia de la literatura o la historia de la música, siendo todas ellas objeto de atención por la denominada historia de la cultura o historia cultural, junto con las historias sectoriales enfocadas a otras manifestaciones del pensamiento, como la historia de la ciencia, la historia de la filosofía o la historia de las religiones. Campos de conocimiento estrechamente relacionados con la historia del arte son la estética y la teoría del arte. Los hombres de las cavernas hacían formas en las paredes de las cuevas para expresar y establecer la identidad de su vida diaria. La creación artística es inherente al ser humano, desde la niñez y desde las primeras culturas del Homo sapiens el arte y el hombre son inseparables.
- La obra de arte es ante todo comunicación, es un código más de los creados por el hombre para transmitir sus ideas y sus sentimientos, por eso la creación artística es un lenguaje, el lenguaje artístico, que el espectador debe conocer y saber interpretar.
- El autor, independientemente de la época y del modo de expresión, es ante todo creador, unas veces respondiendo a criterios o normas de su civilización  y otras expresando sus ideas y sentimientos con mayor libertad. Mediante el arte el artista imita o expresa tanto lo material como lo inmaterial, reproduce imágenes de la realidad física o humana, pero en ocasiones también simplemente sentimientos, sueños o esperanzas; tradicionalmente mediante la imitación de la realidad, pero hoy es evidente que la fotografía y el cine cumplen con mayor exactitud esta posibilidad, por lo que ha tenido que buscar otras salidas, convirtiéndose en un arte-creación que lo abarca todo, desde el realismo hasta la abstracción.
La creación artística no necesariamente lleva implícita la idea de belleza, ya que a veces se expresa con formas feas y hasta grotescas. La obra artística es el resultado de una serie de factores que influyen en el creador y en la obra de arte en sí, ya que en ella inciden y se resumen una serie de componentes individuales, intelectuales, sociales y técnicos:
En primer lugar la obra de arte es reflejo de una personalidad creadora, por lo que podemos incluso llegar a apreciar las características psicológicas del artista a través de su obra. Pero no actúa el creador sin más referencia que su propio yo, es inevitable que el mundo exterior de la realidad visible incida sobre sus sentidos e influya en sus creaciones, el arte es reflejo de la sociedad del momento en que se crea. Así, sobre la personalidad del artista se superpone el mundo de pensamientos y sentimientos de la época en la que el artista trabaja o circunstancias excepcionales de su o los acontecimientos históricos que le tocan vivir o la obra de sus contemporáneos, otro factor que repercute en la producción de cada uno de los artistas.
El  Arte se relaciona con la sociedad en cuanto la observa, analiza y construye para ella unos lenguajes que la  muestran en sus aspectos constitutivos relevantes incorporando en este quehacer necesidades funcionales: arquitectura, objetualidad de uso, relaciones con el espacio habitado amalgamables y relacionadas con quienes lo habitan. El trabajo de los artistas en suma ha construido cosmogonías colectivas e individuales que con el correr del tiempo, la información y opciones culturales han trasuntado en obras artísticas. Ningún tipo de actividad humana dura tanto como las artes plásticas, y nada de lo que sobrevive del pasado es tan valioso para comprender la historia de la civilización. La naturaleza real de la actividad humana que llamamos estética y que resucita tales objetos, continúa siendo un problema psicológico. Intentamos, pues, explorar el carácter general de las semejanzas que, es de suponer, existen entre la forma que la sociedad toma en un período determinado y las formas de arte contemporáneo. Tenemos que distinguir, en primer lugar, entre el arte como factor económico y el arte como expresión de ideales, aspiraciones espirituales y mitos, es decir, el aspecto ideológico del arte.
La naturaleza esencial del arte no reside ni en la producción para satisfacer unas necesidades prácticas, ni en la expresión de unas ideas religiosas o filosóficas, sino en la capacidad del artista de crear un mundo sintetizado y consciente de sí mismo, el cual no es ni el mundo de los deseos y la fantasía, sino un mundo compuesto de estas contradicciones, es decir, una representación convincente de la totalidad de la experiencia.
Creo que se ha producido una crisis específica en el desarrollo de nuestra civilización, en la cual la naturaleza real del arte corre el peligro de desaparecer en la confusión y el mismo arte corre el peligro también de perecer a causa del mal uso que hacemos de él. El arte es una actividad autónoma, influenciada como todas nuestras actividades por las condiciones materiales de existencia, pero que, como modo de conocimiento, es a la vez su propia realidad y su propio fin.
El arte nace como una actividad solitaria, y solo en la medida que la sociedad reconoce y absorbe estas unidades de la experiencia, el arte se incorpora a la fábrica social. El arte, como veremos, es fundamentalmente una fuerza instintiva, y los instintos pueden retrotraerse dentro de la concha del inconsciente si se les trata de un modo demasiado consciente. Podríamos decir que, en muchos casos, las ideologías de un período se encarnan en su religión o mitología. No obstante, se corre el peligro de considerar la unión local de dos aspectos de una cultura - su arte y su mitología - como una ley necesaria y universal, y, aunque esa unión se ha producido en fases importantes de la Historia del mundo, no es ni mucho menos tan completa como podría inducirnos a suponer un examen superficial de dichos períodos.
Creo que encontraremos pues, suficientes pruebas para admitir el carácter dialéctico del arte. No es un producto secundario del desarrollo social, sino uno de los elementos originales que entran en la formación de una sociedad. No obstante, ocurre que en el proceso de aislar losa elementos que llamamos arte, podemos perder de vista el esquema general. Lo mejor que podemos hacer es seleccionar períodos típicos y, luego, determinar la relación del arte del período en cuestión con el resto de las características culturales predominantes.
Hay que considerar el arte como el modo más perfecto de expresión que ha logrado la Humanidad. Como tal se ha propagado desde los mismos albores de la Civilización. Siempre, en cada fase de la Civilización, ha advertido que lo que llamamos la actitud científica es inadecuada. La conciencia que ha desarrollado a partir de su cauta astucia sólo puede compararse con hechos objetivos; más allá de tales hechos se encuentra un ámbito del mundo solamente accesible al instinto y a la intuición. El desarrollo de estos modos más oscuros de aprehensión ha sido el fin del arte; no podremos comprender la Humanidad y su Historia hasta que admitamos la importancia y, desde luego, la superioridad del conocimiento representado por el arte.
El arte es un modo de expresión, un lenguaje que puede hacer uso de tales cosas útiles, del mismo modo que el lenguaje mismo hace uso de la tinta, del papel y de las máquinas de imprenta, para transmitir un significado. El arte es una forma de conocimiento, y el mundo del arte es un sistema de conocimiento tan precioso para el hombre como el mundo de la filosofía o de la ciencia.
La globalización afecta el arte de muchas maneras, ya que, desde mi punto de vista, el arte sirve para expresar la identidad de una región con sentimientos propios, y sin tenerlos, el arte deja de ser auténtico y original y se convierte en una mezcla de todo el mundo dirigido por las corrientes occidentales. El arte de los pueblos indígenas se mezcla con las modas actuales y se pierde la individualidad y respeto por las culturas que se basaban en dioses, creencias, materiales, etc.

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